En
un mundo plagado de decisiones difíciles, se plantea
una disyuntiva ancestral: ¿elegir entre dos males
o caer en las garras de la incertidumbre?
En esta travesía por los vericuetos de la historia
y la política, nos adentraremos en un laberinto de
elecciones imposibles, donde la humanidad ha tenido que
enfrentar el temido dilema de escoger entre dos males. ¿La
clave? Negociaciones, acuerdos, y, por supuesto, una pizca
de filosofía china.
El mundo no termina, solo se bifurca y te obliga a improvisar,
una manera de demostrar que podemos sortear laberintos aunque
nos hayan tapiado la salida. No creas que la vida es la
comodidad de todo lo meramente establecido. ¡Tu algoritmo
aún no está escrito!
Muchas veces regimenes aparentemente contrapuestos terminan
rascando el fondo del tarro en busca del mismo objetivo
oscuro y autoritario que denuncian del otro.
Porque como decía un viejo militante amigo perdido
en un recodo de la encrucijada setentista: "los extremos
terminan tocándose".
La
disyuntiva eterna: Atila vs. Genghis Khan
En la esquina izquierda, el infame Rey de los Hunos, Atila,
conocido como el "Azote de Dios". En la esquina
derecha, el indomable Conquistador Mongol, Genghis Khan.
Ambos, despiadados en sus conquistas, dejaron un reguero
de destrucción a su paso. Los líderes políticos
de su tiempo se enfrentaron a la cruda realidad de decidir
cuál de estos dos señores de la guerra era
el "menos peor". Tal vez, incluso, se preguntaron
si hubiera sido mejor lanzar una moneda al aire.
El acuerdo de los Infiernos
Viene a mi memoria el acuerdo de no agresión firmado
en 1939 entre el mas acérrimo anticomunista, Hitler,
con la encarnación viva del comunismo, Stalin. Tan
solo pasaron nueve días de eso para que el Tercer
Reich invadiera Polonia por el norte y a las pocas semanas
Rusia hace lo propio por el sur. Comienza la Segunda Guerra
Mundial y el mundo se divide en los que buscan resolver
los problemas por la vía del autoritarismo y los
que van por el camino lento e imperfecto de la democracia.
Un verdadero caso de "El enemigo de mi enemigo es mi
amigo", pero con un toque maquiavélico.
¿No te sentís un poco Polonia
El
filósofo chino y el arte de elegir entre dos males
Confucio, el antiguo filósofo chino, se enfrentó
al dilema de gobernar en tiempos turbulentos. En su sabiduría,
abogó por la necesidad de buscar el equilibrio y
la armonía, incluso en situaciones difíciles.
Así que, cuando elijas entre dos males, recuerda
la máxima confuciana: "Elige el menos malo y
trabaja para mejorar la situación".
Un mundo de elecciones imposibles
A lo largo de la historia, la humanidad se ha visto atrapada
en la telaraña de decisiones difíciles. Desde
la elección entre dos tiranos hasta compromisos políticos
cuestionables, el dilema de "entre la espada y la pared"
ha sido un compañero constante.
En resumen, la vida está llena de elecciones difíciles.
Como la historia nos ha demostrado una y otra vez, a veces,
enfrentar el dilema de "entre dos males" es la
única opción. En tales momentos, no nos queda
más que canalizar nuestra sabiduría interna,
como Confucio, y buscar el camino menos tortuoso. En palabras
de un antiguo proverbio chino: "Cuando estés
entre dos males, elige el que te haga reír".
Después de todo, en medio del caos, el humor y los
afectos puede ser nuestro salvavidas más inesperado.
Y así, nuestra sociedad sigue bailando en el filo
de la navaja, entre dos males, mientras espera que algún
día la elección sea entre dos bienes. Porque,
como diría un sabio desconocido, "En un mundo
lleno de dilemas, a veces, elegir lo menos malo es la única
forma de avanzar".
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